viernes, 8 de noviembre de 2013

Maldita...

Hoy mi cabreo monumental es para tí, querida, amiga, amante y compañera.
Para ti insensible, frígida, desdichada y enemiga. 
Para ti que un día me das todo y que al otro me lo quitas. 
Para ti que me educaste, me enseñaste, me regañaste y me castigaste. 

Porque lo fuiste todo, lo primero de la mañana, lo último de la noche. Me acompañaste antes, durante y después de comer. Me acortaste la tarde en invierno, me la alargaste en verano. Porque llegó un momento en que entraba a casa para verte, porque no aguantaba más fuera, corrí a veces por no llegar tarde. Dejé cosas de hacer, por estar contigo.

Me has decepcionado, mucho. No te soporto, no te tolero, no te aguanto. Y lo mejor de todo, es que no tengo que hacerlo, he descubierto otras cosas, no mejores, si no, no tan malas. 

Y sí, a estas alturas ya sabrás que hablo de tí, disculpa hacerlo en público, pero tenía y debía compartir este dolor. Maldita seas, no me gustas, nada. Sí, eres tú, maldita televisión.

Que yo no digo que no entretenga, incluso, a veces, yo también la veo, las que menos, claro.  Pero es que nos atonta, pero mucho, pero que a veces no sabemos ni articular palabras, ni juntar dos letras, vamos que nos absorbe de tal manera que incluso los que salen parecen más listos que nosotros, y eso que en algunos casos el retraso del que habla es bastante más grande que algunos ya reconocidos.

Me indigna muchísimo que alguien cobre insultantes cantidades de dinero por hacer lo que hace, porque la sociedad es tan hipócrita que somos capaces de no gastar en necesidades y sí mandar un mensaje de texto al limbo televisivo. Me repugna la idea de que este país sumido en una crisis, no exageremos, malgaste su tiempo en ver tales absurdeces que lo único que hacen es rebajar y menguar nuestra capacidad humana. Me embrutece cuál pata de un jilguero, el ver amigos y conocidos sin ninguna posibilidad laboral mientras otros dicen trabajar a base de la húmeda y buenas rodillas. Gente necia, ineptos, sin nada que aportar, sólo inventar, faltos de educación, que llegan a cobrar al día lo que algunos en semanas. Y lo peor de todo, es que muchos, cada vez, aspiran a eso.

He de reconocer que mi malhumor es perenne, mi agrío sentir con la sociedad no es de ahora. Disculpen la fogosidad en mi ser. No puedo soportar ciertas cosas que a diario nos encontramos, no puedo creer que lo que teníamos lo hayamos tirado al váter y después hayamos tirado de la cadena, pero ¡cómo somos tan tontos! 

Admito que hace compañía, de verdad, incluso muchas veces es necesaria, desconectas, te olvidas, no piensas, te ríes, te relajas, disfrutas...Error. Y no hablo de los documentales de la 2, que muchos ni sabrán cual es esa cadena, saben de lo que les hablo, no lo intenten obviar cual si fuerais vampiros que vislumbran la luz solar, sed fuertes, afrontadlo y plantadle cara, ella no es mejor que vosotros, no seréis la princesa del pueblo, pero al menos, conservaréis la salud, la razón y vuestro propio ser. Sé que lo conseguiréis.

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