jueves, 14 de noviembre de 2013

Principio y fin

A veces llega el momento en que, te haces viejo de repente, sin arrugas en la frente pero con ganas de morir.

Y así, señoras, señores y demás entes ven como su vida en un abrir y cerrar de piernas, cambia. Por completo. Y entiéndase y no se me malinterprete, que me dará igual si se hace, esta última frase como se debe, no gratuitamente como lo están haciendo. La vida te cambia, mucho, en un abrir y cerrar...de ojos.

Y por eso estamos aquí, esperando un cambio inesperado, intentando escuchar un silencio ensordecedor, o forzando una sonrisa más bien triste. La vida es eso que pasa, mientras nosotros intentamos vivir. Creo recordar que esta frase que me acaba de salir de los más adentro de mis piernas, ya la dijo alguien importante alguna vez, no me preocupa, no creo que fuere tan importante como lo voy a ser yo.

Y, repito, en esas estamos, que siempre me entretienen. No se desvíen de lo que estaba yo contando al principio del inicio de esto. Ustedes que son jóvenes y que miran la vida con otros ojos y con un conocimiento absoluto de todo, están equivocados, y nos les habla la voz de la experiencia, les escribo desde mi teclado, simplemente. Nada es absoluto, nada es sabido y nada es para siempre. Porque el para siempre puede ser un minuto o toda una vida, pero nada lo es desde el principio de todo, porque es muy difícil, porque lo único que hay desde el principio, desde el minuto cero de partido es uno mismo, desde el nacimiento.

Y a esto último quería yo llegar, resultando ser lo primero, curioso. Eso es lo que te hace viejo, de repente, de un plumazo, te desploma, te convierte en un joven de avanzada de edad, en un viejo adolescente, en alguien de la tercera edad sin descuentos. Cuando esos aprendices de persona, cuando esas pequeñas miniaturas que tú si has visto desde el principio, desde su principio, pero no desde el tuyo, se convierten en verdaderos apostantes y jugadores de tu vida. Proyecto de adolescente que multiplican por dos tus cumpleaños, persistentes en su camino, se obcecan en pensar las mismas putadas que nosotros ya hicimos y seguir el mismo sendero que una vez llevaste.

Hablo de ellos, de sus hijos, de los que puedan venir, de los que llegaron, de sobrinos, de los hijos de sus amigos, del vecino (que por cierto no veas lo por culo que da), de los nietos, los bisnietos y así hasta llegar a los hijos de los hijos, porque ellos son los que en ese momento, cuando ellos quieren, cuando realmente les sale de lo más adentro de sus piernas, es cuando deciden hacerte viejo de repente, sin arrugas en la frente, pero con ganas...de vivir!!

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